lunes, 7 de mayo de 2012

Feria del Libro

Una vez más Bogotá nos brindó un acto cultural a gran escala, como es habitual en la ciudad. Esta vez le tocó el turno a la FILbo ( Feria Internacional del Libro de Bogotá), con Brasil como país invitado, en su 25ma edición.
En esta ocasión pude ir 2 días a Corferias, lugar donde se realiza la feria y por ser estudiante del SENA, la entrada me salió gratis.
El complejo de Corferias reunió a un montón de expositores de diferentes editoriales, talleres de lectura, arte, música, dibujo y un pabellón dedicado al centenario de la muerte de RAFAEL POMBO, casi desconocido autor para mi, pero por lo visto y escuchado un referente en Bogotá y Colombia, sobre todo con sus fábulas.
Primero fue un Domingo, a última hora de la tarde, con poca gente en el recinto. Junto a Mónica recorrimos lo más que pudimos de la feria, destacando el pabellón de Brasil, en el cual, esquivando innumerables fotografias colgantes del día a día de las diferentes regiones Brasileñas, se podía ver una muestra de la poeta Cora Coralina ( Ana Lins dos Guimaraes Peixoto).
Muchos de sus poemas transcritos, traducidos o simplemente los manuscritos originales de la brasileña colgaban de las paredes de "stand" de Coralina, junto a videos y fotografías de su vida. Interesante, porque a ella tampoco la conocía y la verdad es que me gustó mucho.
Dejando atrás las caipirinhas y las limonadas (de limón) brasileñas, salimos a otros pabellones, y ya con el tiempo encima vistamos el de Diseño y Caricaturas, donde se junta lo mas granado de los artistas visuales y editoriales colombianos. Aquí destacan los dibujantes de caricaturas, artistas del reciclaje, todo lo relacionado con comics y anime entre otros.













Días después, y tras un duro día de clase, volvimos otra vez a la feria para tratar de ver algo más que la anterior ocasión. Esta vez nos centramos en Rafael Pombo. La parte alta del pabellón dio cobijo a la muestra de este gran artista Bogotano. Muchas fábulas transcritas en las paredes, dibujos e ilustraciones de sus cuentos y novelas, una linea que marcaba su biografía y retazos de su labor periodística de la Colombia de primeros de siglo XIX.
De ser un autor solamente conocido por su nombre, pasó a ser una más que interesante alternativa de lectura nacional.
Dejando atrás el pabellón de homenaje a Pombo, y después de comer algo en la plazoleta de comidas, pasamos por diferentes pabellones donde destacan las innumerables editoriales de todo tipo. Desde las de literatura "convencional" en las cuales destacan las novelas, libros de bolsillo, guías de todo tipo, hasta editoriales muy especializadas en diversos temas, como los cristianos, temáticos, de viajes entre otros.
Una última visita al pabellón del diseño nos despidió con una caricatura a manos de un conocido y unas fotos finales para ilustrar este post.


















A destacar de la feria la excelente organización. En ningún momento sentimos agobios por la gente, baños señalizados y limpios, buena atención por parte del personal de la feria y en definitiva una buena programación de actividades y muestras.
Como se puede ver, Bogotá es mucho más que la capital de la república y que en una visita a Colombia, si se tiene conocimiento de este tipo de actividades, puede ser una buenisima experiencia.



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