jueves, 31 de mayo de 2012

Ibagué y el cañón del Combeima


Una de las sorpresas positivas que me llevé en Colombia al poco de llegar, fue conocer Ibagué y sus alrededores.
Colombia, como bien es sabido tiene lugares, paisajes increibles. En cualquier guía de viaje o preguntando a cualquiera, salen a relucir Cartagena, Tayrona, Caño cristales, San Andres, Medellín o Villa de Leyva entre otros. Ibagué dificilmente estará entre los nombres destacados, pero no todo es belleza física en este país.
Primero disculparme con toda la gente de Ibagué por llamarla de alguna manera "ciudad fea", pero no se puede negar que no tiene los encantos de los lugares arriba citados. De igual manera si lo destaco en un post propio, se deduce que me encanta este lugar y que lo disfruté mucho y que por lo mismo, lo recomiendo.



Plaza de la música. Ibagué




Llegué a Ibagué de pura casualidad. Tras pasar por Popayán y Armenia no quería ir directo a Bogotá y busqué ciudades intermedias para conocer. Gracias a Natalia, que me invitó cordialmente a su casa, caí en la ciudad un 7 de diciembre por la noche, día de las Velitas, una de las noches más importantes del país.
recibida la bienvenida por parte de Natalia y su amiga Patty, fuimos a casa a dejar la mochila y de allí a la calle a ver la iluminación navideña y las velas que cada persona enciende delante de casa, en las ventanas etc...
después de un paseo nocturno con varios amigos y tras descansar, al día siguiente salimos en coche hacia el Cañón del Combeima, impresionante lugar a los pies del nevado Tolima, uno de los picos más altos del país.
A medio camino de Juntas, lugar donde "comienza" la ruta hacia el nevado, paramos en uno de los muchos paraderos de comida que existen. Hay varios y en todos ofrecen básicamente lo mismo, comida típica colombiana en grandes cantidades y precios asequibles.
Tras hacer cuenta de un sancocho de gallina, una mojarra frita y algo de carne ( entre 3 personas ), seguimos río arriba hasta un hotel con varias cabañas que tiene unas vistas espectaculares. Paseamos un rato por sus jardines y como ya se hacía tarde regresamos hacia Ibagué, no sin antes probar unos postres típicos de la región.







Pasé varios días en la ciudad con Natalia y su madre, paseando por esta "ciudad de la música" colombiana, pasando calor, observando a la gente local y con alguna salida hacia el mirador del Tolima ( como a una hora de Ibagué, al lado de Juntas, hay un mirador desde el cual se ve el nevado ), a Cajamarca ( pueblito camino a "la linea", vía Armenia, en el cual destaca el acueducto sobre un cañón) o a Girardot.


 Cajamarca desde el puente



 Juntas






De vuelta en Ibagué, tuve la suerte de probar 2 de los platos más característicos de Colombia y de la región,  el Tamal y la Lechona. El tamal es un envuelto con arroz, guisantes, carne, gallina y cerdo, huevo, patata y harina de maíz, todo ello envuelto en hojas de platano y cocinadas. La lechona en cambio, es carne de cerdo cocinada al horno generalmente, con guisante amarillo.


Y como no, también pude degustar el chigüiro, el roedor más grande que existe y con cara de bueno. Como en muchos casos, dejé de lado mi lado tierno y pedí mi filete de chigüiro, muy popular por esta zona. Muy rico, sobra decirlo.


Y poco más que contar sobre esta parte de Colombia. Como digo más arriba, Ibagué es la ciudad de la música del país, tiene un movimiento cultural y juvenil bastante interesante, a pesar de las quejas de que no hay nada que hacer. Tiene un solo centro comercial, muchos bares, una bolera divertida y bastantes restaurantes. Para mi es suficiente.


Solo me queda agradecer por estas lineas a Natalia y su familia y amigos, que me recibieron como a uno más y me hicieron pasar varios de los mejores días que he pasado en este país.

1 comentario:

  1. IBAGUE ES UNA CIUDAD MUY HERMOSA DONDE HAY MUCHO EN QUWE DISTRAERSE ME PARECE MUY MAL QUE ESTA PERSONA DESPUES QUE LO ATENDIERON MUY BIEN ABLE EN PARTES BIEN PERO EN OTRAS PARTES MUY MAL DE NUESTRA CIUDAD

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