lunes, 3 de diciembre de 2012

Santa Marta parte 1 : Llegada

Esta vez me toca escribir con un eterno agradecimiento a la gente involucrada en este proyecto de Bloggers oficiales.

Como recompensa al trabajo de meses y con el ánimo de mostrar lugares de Colombia ( reconocidos o no), de la mano de Proexport me invitaron a un BLOGTRIP, a la ciudad de Santa Marta y el parque Tayrona.
Como no conocía el caribe Colombiano, acepté de buena gana la invitación y me dispuse para un viaje de 3 días, con todo incluido.

Para que todo esto fuera posible, no puedo dejar de agradecer a todos los involucrados: Luz María de AVIATUR, los chóferes Manuel y Edgardo, Jose Luis de Proexport y sobre todo a Alexander Nuñez Lara, que fue guía personalizado, con un conocimiento vasto sobre la historia, naturaleza y gentes del lugar.

Y ya del viaje en sí, todo empezó en la terminal del puente aéreo de Bogotá, el jueves por la tarde, lleno de lluvia. Terminal para vuelos nacionales, de Avianca principalmente, es una terminal pequeña pero acogedora. Sobre las 19.30 salió el vuelo, de una hora de duración hacia la ciudad de Santa Marta.

 Atardecer en Bogotá

 Terminal Puente aéreo 




La ciudad me recibió con 28 grados, pero con una brisa que consiguió calmar el calor. En el aeropuerto me esperaba Manuel, con el típico cartel con mi nombre ( es una tontería, pero hace ilusión, jejeje). Hasta Santa Marta son unos 20 km, por una carretera muy buena, Manuel me fue contando un poco del lugar, la historia de la india Catalina , indígena Gaira, muy popular en Cartagena, pero que se disputa su procedencia con Santa Marta.

Pasamos por el pueblo de Rodadero, muy conocido como destino turístico y con una curiosidad sobre el nombre. Me suele gustar mucho saber la razón de los nombres que reciben algunos pueblos, por lo curioso de ellos, y aunque rodadero no es muy extraño, el por qué de su nombre si lo es.
Resulta que Rodadero era un pueblo pequeño, con una bonita playa con creciente turismo del interior. En esta zona del país se da el fenómeno de la Brisa, vientos del norte, bastante fuertes que acostumbraban a azotar la costa en los meses de Diciembre y Enero principalmente. Este viento llenada un pequeño cerro del pueblo de arena. Al tener bastante arena, la gente lo usaba para descilarse por la arena hasta el mar, tipo tobogán. Si el nombre lo hubieran puesto los de la zona, se hubiera llamado RESBALADERO, pero los del interior lo bautizaron como Rodadero. Hoy día, con todas las construcciones a pie de playa que hay, ya no hay opción de rodar colina abajo.

Ya en la ciudad, me dejaron en el hotel Casa Verde, hotel pequeño, de aire colonial, pero muy acogedor y muy bien atendido. Poco acostumbrado estoy a los lujos, pero se agradece recibir esas atenciones de vez en cuando.

Me instalé, y pronto a dormir, porque al día siguiente, a las 7 de la mañana me venían a recoger para la visita al parque Tayrona, eje central de la visita.













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